Del sueño a la realidad: El legado de Punta Monterrey en la selva tropical
Todo comenzó al embarcarnos nuevamente sin saber que encontraríamos un sueño hecho realidad, donde la sed de aventura nos puso de frente del paraíso que pronto se convertiría en casa. La selva nos recibió, nos permitió conocer y entender que para descubrir lugares maravillosos hay que transitar por caminos agrestes y complicados.
Fue en el año de 1974 que desembarcamos listos para mover piedras, para sembrar semillas, pero sobre todo para habitar con los nuestros este rinconcito de magia natural. Desde entonces disfrutamos compartir la mesa y sentarnos todos juntos a comer. Definitivamente el comedor es el corazón de la propiedad, aquí todos se reconfortan cada vez que seguimos compartiendo festines deliciosos, cada vez que compartimos la palabra, brindamos y le damos más vida al lugar.
Las risas de los niños, ahora convertidos en adultos, se siguen mezclando con el sonido de las olas que puedes escuchar desde cualquier espacio del hotel. En cualquiera de nuestras 16 habitaciones diseñadas con arquitectura bioclimática podrás percibir como el monte nos abraza bajo las noches estrelladas y el canto de las aves será el despertador de cada mañana. La luz de los atardeceres han formado parte de la historia de tantos, aquí vivimos momentos inolvidables gracias al encanto natural y la biodiversidad que cohabita en este ecosistema llamado técnicamente como bosque tropical caducifolio con incrustaciones de palmar.
A través de los años Punta Monterrey sigue conquistando corazones. Recientemente abrimos nuestras puertas como Hotel con la intención de compartir no sólo un espacio de descanso, sino para compartir una experiencia única y diferente en un entorno natural con la comodidades necesarias para que puedas vivir unas vacaciones como si estuvieras en casa rodeado de naturaleza. Si eres observador te darás cuenta de esos detalles que hacen que Punta Monterrey sea un hogar para todos.
Urracas hermosas, pájaros carpinteros, armadillos, coatíes, mariposas, ranas, son solo algunas de las especies de fauna que habitan a los alrededores. La fragancia de las flores se hace presente a partir del mes de mayo. En junio comienzan a bajar los cangrejos terrestres anunciando que pronto llegará la lluvia para reverdecer la selva y regalarnos el agua que aprovecharemos en los meses futuros.Las tardes cálidas de verano nos regresan la calma, propiciando los mejores reencuentros. Uno de nuestros favoritos es con la tortuga golfina, especie marina que año con año arriba a la playa para desovar. En otoño el entorno permanece verde, es a partir del mes de noviembre que la brisa del mar nos refresca cada vez más, trayendo consigo amaneceres color pastel. El paso de ballenas jorobadas es un espectáculo que nos regala el invierno. Sin olvidar la época de primavera cuando los grandes árboles nos muestran sus siluetas desnudas, enseñándonos que hay que tirar todas las hojas viejas para darle paso a las nuevas. En cualquier época del año el encanto de Punta Monterrey permanece y nos da la oportunidad de conectarnos al ritmo natural que nos da bienestar.
Para llegar a este paraíso hay que tomar en cuenta que el camino es de terracería, la experiencia comienza a partir de ahí. Nos localizamos al sur de la costa de Nayarit, a 1 hra y 30 min del aeropuerto internacional de Puerto Vallarta y a tres horas y media de Guadalajara vía terrestre por la pista. Para tomar la brecha que llega al hotel hay que entrar al poblado de Las Lomas, ubicado en el kilómetro 113 de la carretera federal número 200. Una vez que cruces el poblado el camino de tierra comienza hasta llegar a la playa. En el hotel estaremos esperando tu llegada para recibirte siempre con una sonrisa. Definitivamente si buscas un lugar para desconectar y conectar con la naturaleza, la familia, la pareja, los amigos, conectar contigo mismo, Punta Monterrey es el lugar indicado para ti. Ven y se parte de nuestra comunidad y déjate conquistar por la simplicidad de un entorno natural y familiar.