El masaje tailandés, también conocido como masaje thai, es una antigua técnica terapéutica originaria de Tailandia. A diferencia de otros tipos de masajes, el masaje tailandés se realiza en el suelo, sobre una colchoneta, y se utiliza una combinación de presión, estiramientos y movimientos de yoga.
Durante un masaje tailandés, nuestra terapeuta utiliza sus manos, dedos, codos, rodillas y pies para aplicar presión en puntos específicos del cuerpo y realizar estiramientos suaves. El terapeuta guía al receptor a través de una serie de posiciones y movimientos, que incluyen estiramientos, compresiones y presiones en las líneas de energía del cuerpo, conocidas como “sen”.
El masaje tailandés se basa en la creencia de que el cuerpo está compuesto por una red de líneas de energía, similares a los meridianos de la medicina china. Se cree que estas líneas de energía pueden bloquearse o desequilibrarse, lo que puede causar dolor, tensión y enfermedad. El masaje tailandés busca desbloquear y equilibrar estas líneas de energía, promoviendo así la salud y el bienestar.
El masaje tailandés puede ayudar a aliviar la tensión muscular, mejorar la flexibilidad, estimular la circulación sanguínea y promover la relajación profunda. También puede ayudar a aliviar el estrés, mejorar la postura y aumentar la energía.
Es importante tener en cuenta que el masaje tailandés puede ser más enérgico y activo que otros tipos de masajes, ya que implica movimientos y estiramientos más intensos. Sin embargo, el terapeuta siempre debe adaptar el masaje a las necesidades y tolerancia del receptor, y se debe comunicar cualquier incomodidad o sensibilidad durante la sesión.